Si nos sentamos a evocar el pasado, parece curioso como las únicas producciones japonesas que conocíamos como ‘anime’ eran clásicos inolvidables como Dragon Ball z o Naruto. Ambos con una premisa bien marcada: grandes dosis de acción, protagonistas que intentan superarse constantemente y un mensaje de compañerismo o camarería entre los personajes.
En la actualidad, el mundo conoce más allá del Shonen, que es como se denomina la demografía de anime para niños y adolescentes.
Misterio, escolares, empresariales y romance son algunos ejemplos de producciones japonesas de animación que captan la atención de la audiencia otaku.
¿Qué quiere decir lo anterior? En síntesis: el animé es el nuevo fenómeno cultural.
Si quieres unirte al ‘tren’ de animaciones niponas que están rompiendo literalmente Internet, como Attack on Titan, entonces te recomendamos los mejores animes en Netflix.
Mejores animes que puedes ver en Netflix
La plataforma streaming, que cuenta ya con más de 200 millones de suscriptores, sigue expandiendo su catálogo de animaciones japonesas.
Existe una clara tendencia alcista en series japonesas y Netflix lo sabe. Por eso, cada mes, incluye en sus estenos a al menos un animé.
Si no son producciones originales en conjunto con estudios de animación, como la joya audiovisual Violet Evergaden o la atípica serie Beastars, lo hace agregando títulos de éxito mundial.
¿Quieres disfrutar de un maratón? Aquí reunimos los mejores animes que actualmente puedes ver en la plataforma. Escogimos series para todos los gustos.
Y, si no tienes cuenta, no pasa nada. Prueba azstreaming, una web para aficionados de las series y películas que emite el contenido de plataformas streaming, como PrimeVideo, HBO, Disney+ Movistar+, y por supuesto Netflix, de modo que puedas ver los fascinantes animes que mencionaremos a continuación.
Kimetsu No yaiba
Kimetsu No yaiba, conocida en inglés como Demon Slayer, o en España Guardianes de la Noche, es uno de los éxitos más reciente de la cúpula japonesa.
La película, Kimetsu No Yaiba: El tren infinito, se convirtió en la producción nipona más vista de la historia. El manga, fuente original de la animación, alcanzó la alucinante cifra de 150 millones de copias vendidas. Superando productos históricos como One Piece, un título que siempre domina tops de ventas.
El asesino de demonios sigue la historia de Tanjiro Kamado, un joven que inesperadamente se ve envuelvo en una serie de acontecimientos sobrenaturales. Su familia es asesinada por un demonio y la única sobreviviente, su hermana Nezuko, se transforma en uno de estas criaturas.
A partir de ese punto, el joven Kamado emprenderá una travesía por lo desconocido buscando salvar a su hermana. La animación, uno de sus principales fuertes, es preciosa. Los paisajes, junto con la época de ambientación, hacen de Kimetsu una vista obligatoria. Combinada con las batallas vistosas, personajes únicos y carismáticos y una banda sonara inolvidable.
Castlevania
En principio mencionamos que Netflix está apostando por animes y series animadas originales. Castlevania es uno de ellos. Con 3 temporadas y 22 episodios en su hangar, la animación inspirada en la popular franquicia de videojuegos es de esos animes hacen todo bien: desarrollo, animación y producción.
Espléndido desarrollo de personajes. Cada uno tiene tiempo para brillar en pantalla. Guion bien planificado que se siente natural y situaciones nada forzadas. Claro, desde la premisa de que es un anime basado en un videojuego.
Parasyte: The Maxim
Parasyte es un caso curioso. La serie se inspira originalmente en un manga publicado hace 25 años. Específicamente en 1988. Nadie esperaba que Madhouse, estudio de animación, tomara las riendas de la franquicia y sorprendiera con un anime de 24 episodios con duración de 24 minutos aproximadamente.
Parásito, como se le conoce en español, cuenta la historia de una extraña invasión de alienígenas que toman el cuerpo de los humanos controlando el cerebro. Luego de una oleada de parásitos, Migi, el alienígena central de la historia, no consigue infectar el cerebro del humano Shinichi Izumi, un estudiante común y corriente.
El anime, del que todos esperaban buen resultado, es una mezcla de componentes atípicos que se adhieren perfectamente y nos dan una rica saboreada de misterio, ficción y acción que convierten a parasyte en entrenamiento absorbente.
Sword Art Online
Pocos animes cambian la cultura otaku como hizo Sword art Online. Ambientada en un videojuego de realidad virtual donde la muerte significa también fallecer en el mundo verdadero, fue un boom completo entre la fanaticada.
La serie, que se inspira en novelas ligeras escritas por Reki Kawahara e ilustradas por Abec, es de esas series que no son la octava maravilla del universo, pero te mantendrá pegado del sofá durante las 3 temporadas serializadas por Netflix.
Food Wars
Si eres amante de las series de contenido sugerente (Ecchi), entonces te encantará Food Wars. Conocida como Shokugeki no Souma en el país occidental.
La trama parece de lo más sencillo, y ciertamente lo es: un estudiante planea entrar en el colegio de chefs más prestigioso de Japón: Academia Culinaria Totsuki. Allí encontrará una emulsión de eventos vertiginosos que pondrán a prueba sus habilidades en la cocina y su ingenio para elaborar deliciosos platillos.
¿Por qué se recomienda? Sencillo, como bien adelanta la traducción de la producción en inglés, Shokugeki es porno en comida. Verás momentos sumamente bizarros, con desnudos (que están censurados inteligentemente) producto del deleite gastronómico.
Baki
Finalizamos la lista con otro anime original de Netflix basado en un manga antiguo. Baki cuenta la leyenda de Baki Hanma, joven luchador que planea superar la figura de su padre en la hostil ciudad de Tokio donde unos delincuentes amenazan con hacer reinar el terror.
Durante las 3 temporadas, 39 episodios con una duración de 24 minutos aproximadamente, vislumbrarás un festival de combates muy intensos y alucinantes. Gracias a su preciosa animación, con detalles viscerales y llamativos, Baki crea una atmosfera única que mantiene a los amantes de la acción exaltados de la emoción.