Tekkon Kinkreet (2006) – Reseña

Esta película de crimen y fantasía fue dirigida en el año 2006 por un estadounidense, Michael Arias, quien previamente produjo The Animatrix. Aunque fue animada por Studio 4°C, que es un estudio de anime japonés, la película se ve casi a un paso del surrealismo francés. Sin embargo, se ve muy similar a como está dibujado el manga.  Pudo haber sido solo un intento de mezcla de gran presupuesto con muchos aportes estadounidenses y dólares como Afro Samurai, pero en cambio, Tekkon Kinkreet es un ejercicio que rompe el género y que mezcla el surrealismo y los yakuza, y a los niños con la ultraviolencia.

Es una película bastante artística y con buena acción. Puede ser demasiado larga e incluso pretenciosa una o dos veces, pero es impresionante. Treasure Town es una metrópolis que combina la tecnología moderna y la cutre Ciudad de Nueva York de Taxi Driver. Entre las animadas tiendas y las multitudes, las pandillas dividen su porción del pastel que aún no haya sido tomado por los yakuza. En esta mezcla loca encontramos a Black y White. Black es un joven con un lado salvaje, pero que cuida bien de su amigo White. Mientras Black podría ser un sociópata, White es más suave, más gentil, a menos que su amigo esté en problemas.

Los ambientes están muy bien renderizados, y los efectos de rotoscopia utilizados en varios lugares son exquisitos. Es posible que no a todos les gusten los diseños de los personajes. Son desagradables, pero los modelos son perfectos. Tiene destreza técnica por todas partes. La banda sonora y los elementos visuales se combinan para crear un paquete realmente increíble. La voz que actúa en el doblaje es bastante agradable, pero no hay mucho diálogo de relleno en la versión japonesa.

Aunque el guión original fue escrito en inglés, el diálogo se siente orgánico en el japonés y demasiado hablado en el doblaje. Mi conjetura: el guión se tradujo al japonés y se animó de acuerdo con el diálogo japonés, y luego se volvió a trabajar el diálogo en inglés para que coincidiera con el colgajo de labios japonés.

A pesar de algunos pasos en falso, el alma de Tekkon Kinkreet reside dentro de Black and White. Son personajes convincentes. A diferencia de muchos dramas basados ​​en personajes, a estos dos no se les proporcionan historias secundarias, y no las necesitan. Podría decirse que ambos están tan bien creados que son completamente humanos.

Conclusión

Tekkon Kinkreet no es una película perfecta, pero es especial. Bizarra en algunos momentos, banal en otros, con momentos de asombro y breves momentos de impactante violencia. Es atractiva e intrigante. No va a ser  el próximo clásico de anime, pero si eres un estudiante de animación o te gusta una película desafiante de vez en cuando, necesitas verla.

4/5

Por Hades

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