When Marnie was there (Omoide no Marnie) es una historia sobre una chica socialmente incómoda, solitaria y angustiada. Es una película conmovedora, hermosa y agridulce. La película está dirigida por Hiromasa Yonebayashi, también director de Arrietty y el mundo de los diminutos. Fue estrenada en julio del 2014 en japón y distribuída internacionalmente más de un año después.
Quizás no hace falta decir que los aspectos técnicos ponen un listón increíblemente alto para otros animadores, dado que estamos hablando de Studio Ghibli, pero quiero elogiarlos un poco. En When Marnie was there, al igual que con todas sus películas, la belleza de los paisajes radica en las imágenes bucólicas y nostálgicas que no solo se sienten como una devolución a los «tiempos más simples».
La vida de Anna en aquella lejana casa de japón es necesaria para su salud física, pero también representa un alivio para su salud mental, dándole un cambio de ritmo para despejar algunos de sus miedos y ansiedades. Incluso si esas no son la única razónes detrás de su enfermedad, la hacen mucho peor. Y que mejor sitio que este: Hay silos cubiertos de musgo y antiguas casas de vacaciones abandonadas envueltas en la naturaleza, navegando sobre mares de hierba ondulante (nadie hace esto de la hierba mejor que Ghibli), con un fondo de estuarios que reflejan los colores de el sol. Es un lugar que emana la sensación de ser uno de los pocos de su tipo que quedan como parte de un mundo agonizante. Las aves marinas aún corren por todas partes y el ritmo de la vida es casi anacrónico.
Las imágenes y la música hacen todo lo posible para decir que esto es algo que Anna, y tal vez Japón en su conjunto, necesitan tener. Es una sensación melancólica de belleza, no de alegre nostalgia.
When Marnie was there no es una película «triste» en un sentido en el que se supone que debemos llorar, pero es soñadora y sombría de muchas maneras, y, de nuevo, muy melancólica a veces. La ansiedad de Anna hace mucho ruido. A pesar del viaje onírico de Anna donde se hace amiga de Marnie, no hay ninguno de los elementos espectaculares y tenebrosos que caracterizan a las películas más populares de Ghibli, y como tal, Marnie es instantáneamente convincente. Es una historia sincera, pero más difícil de recomendar a cualquiera que no sean los fanáticos más fervientes del estudio. Aunque esta es justamente el tipo de película que ha marcado al estudio durante tanto tiempo: intransigente, reflexiva, que pone el arte por encima del comercio y sin miedo a ser algo más que puro entretenimiento infantil.
Conclusión
Es una hermosa historia. Inicialmente, Marnie parece una proyección de los deseos de Anna, pero el afecto entre las dos se profundiza en una hermosa habilidad para comprender el dolor de la otra sin palabras. El final es un poco cuestionable, especialmente teniendo en cuenta algunas cosas que suceden antes en la película, no se mezcla lo suficiente con la atmósfera, pero aparte de eso, es una película maravillosa.
5/5